miércoles, 27 de agosto de 2008

La oficina orweliana. Parte IV. “La libertad consiste en poder decir dos más dos son cuatro”

Lunes 4 de agosto 7:30 p.m.

Sistemas y un servidor nos reunimos en una fonda cercana a la oficina para tomar un par de cervezas y revisar la estrategia a seguir, siendo los únicos activos en la contra conspiración. Sistemas comenzó a platicar lo que tenía proyectado para desbloquear los sitios de ocio de interné lo que no puedo explicar porque la neta ni le entendí. Llegamos a la conclusión que por el momento los únicos que podríamos tener acceso a tales sitios seriamos únicamente nosotros. Otro punto a tratar fue el de encontrar en donde se almacenaban los archivos de vídeo de las cámaras, para que dada la ocasión pudiéramos manipular dicha información.

Le comente a Sistemas sobre la conversación sostenida con el jefe. A lo cual Sistemas atino a decir que estaba en un serio problema. Con lo que estuve de acuerdo. Nos terminamos las chelas y nos despedimos.

Llegué a mi casa pensando en la situación. ¿Sería grave? Aún no lo sé, decidí que empezaría a contar la historia en el blog. Me parecía divertido hacer una historia adobada con las circunstancias que sucedían...

***

Martes 26 de agosto. 07:15

Hasta el día miércoles 6 de agosto, Sistemas, adecuo mi computadora para tener acceso, por lo que fue hasta ese día en que comencé a escribir sobre lo que sucedía, deben enterarse que la situación en la oficina fue caótica en los días que le siguieron. La gente se encontraba desconcertada.

Cuando desarrolle la historia fue en esos días y mi intensión era seguirla y darle un final, pero de pronto al tratar de escribir algún desenlace caí en la cuenta de que si bien la historia se encuentra maquillada para efectos de agradar, la historia es real y la realidad es ojete, porque en realidad, en este momento, he recuperado privilegios, vaya, estuve con el bando de todos los que trabajamos aquí cuando la situación me afectaba, pero ahora a los cuatro de aquella junta el día de ayer, en la mañana, nos retiraron las cámaras so pretexto de que tenían fallas cuando la verdad es que el Jefe lo decidió.

Nos compro y yo me vendí vilmente por lo que ahora no tiene sentido seguir con la historia y contarles todas las aventuras y vicisitudes que viví en casi tres semanas. Podría hacerlo y me divertiría, pero, ese es el problema que es tan grande mi culpa y tan desesperado mi afán de justificarme y explicarme que ya no me es divertido.


Podría haber terminado con un golpe de estado al Jefe, derrocarlo de su puesto y autoerigirme como el nuevo Jefe para luego corromperme por el poder. O hacer una revolución y volver esta oficina una cooperativa que claro necesitaría oficinistas administradores los cuales serian los nuevos jefes pero que todos llamarían Camarada oficinista. O hacer una huelga de brazos caídos y con unidad y solidaridad exigir se retiraran las cámaras.

Pero no fue así, claro que podría inventarlo o seguir con todas las historias que se quedaron en los borradores, pero creo que no, o tal vez este sea el final:

2+2=5.

La telepantalla emitía entonces un larguísimo silbido que hería el tímpano y prolongaba la nota por treinta segundos. Eran las cero-siete-quince, la hora de levantarse para los oficinistas.”


G. Orwell. “1984”

6 comentarios:

Anónimo dijo...

YO ESPERABA UN FINAL FELIZ, A MI ME GUSTABA MAS LA ONDA DEL GOLPE DE ESTADO. POS NI MODO

Anónimo dijo...

que final mas pesimista, si que nos levantas el animo y nos das esperanza.

Anónimo dijo...

No me gusto tu final, de pronto nos tenías con una jeta de admiración de topogigio fornicado en un relato bien orientado hacía la diversidad de pensamiento libre laboral... jeje, podrías intentar otra vez algo?

Talìa Race dijo...

El final no es el esperado.
y enotnces tu eres uno de los privilegiados.
Que mala onda es eso

Anónimo dijo...

eres la neta oficinista ,y la verdad para los que quieren un final feliz es mejor que consideren leer a cornejo o una chaires asi , EL MUNDO YA NO SE PUEDE ARREGLAR y todos en un momento somos JUDAS ¿o no?

Anónimo dijo...

Pues me acabo de aventar todo tu blo' nomás por no cumplir con mis oficios de lamehuevos de unos weyes que ni conozco, me inspira tu letra, hasta me saldre a comer una torta cubana, pero no entiendo this is the end? Ta re guena la secre.