jueves, 31 de julio de 2008

¡La creatividad de los oficinistas si EXISTE! No como Dios o los OVNIS

No sé porque he dejado de escribir, pero me prometo que atenderé mas este espacio. Hay algunos comentarios que dicen que no me creen o que no soy oficinista, bueno la verdad es que si soy oficinista, ya que trabajo en una oficina teniendo que hacer labores propias como checar correos electrónicos del jefe, sacar copias, mandar facses, hacer llamadas telefónicas, etc. Si bien mucha gente me conoce por mi profesión ¿Cuál es su problema con que me diga oficinista? Ya que prácticamente muchas de las funciones que realizo son propias de un oficinista.

Bueno después de esta aclaración depresiva y aburrida, permítanme contarles que en mi oficinita se convoco a un concursillo entre los que laboramos, para diseñar un logo que represente la imagen corporativa, ¡¡¡¡si oooeiii C O R P O R A T I V A!!!!, de nuestra entrañable empresa, así que como estamos en periodo de vacaciones mis coworkers y un servidor nos dimos a la tarea de quitarnos las telarañas incrustadas en el cerebro, mismamente donde se almacena la creatividad, que a fuerza de trabajo repetitivo y monótono se atrofia cual vil gimnasio casero que sirve como tendedero de toallas.

Las condiciones y recomendaciones dadas por mi jefe respecto a lo que debía representar el logo eran las siguientes:

1. Que representaran la imagen que queremos de nosotros frente a nuestros clientes.

2. Que fuera sencillo y fácil de ubicar.

3. Y por último, que fuera bonito.

Tengo que aclarar que en la oficina no hay diseñadores o algo que se le parezca, vaya pa’ ponerlo en términos llanos lo más cercano que tenemos a un diseñador es un contador, por lo que hacer el logo de nuestra empresa era en verdad un reto a nuestras capacidades, fueran las que fueran, total que nos dimos a la gran tarea del diseño de logos, cabe señalar que no solo lo hacíamos por amor al diseño si no que había un premio de algunos miles de dólares para el ganador.

Todos desplegamos nuestra creatividad desde el mensajero hasta el guey que nos trae la comida hicieron su propuesta, con estilos que iban del impresionismo alemán al arte pop de Warhol, la oficina se convirtió en un salón de kínder, con crayolas por aquí diamantina por allá, estambres enredados, papel revolución, al cual creo que la misma no le hizo justicia jamás, pinturas Vinci haciendo figuras extrañas en el piso, las cuales fueron usadas por el personal de recursos humanos quienes disertaron sobre la Psicología de Gestalt, siendo divertidísimo ver como ponían al nuevo personal a describir las imágenes pegadas al piso para su examen psicométrico, en fin por primera vez la oficina bullía en creatividad y al final este fue el logotipo ganador.



El único misterio, el cual ha sido objeto de serias discusiones bizantinas, es si es un burro o una mula. ¿Usted, qué opina?

Nota: la neta esa no gano, pero fue la que más nos hizo reír, ya que fue presentada como propuesta por un chistoso que nos hizo, no el día si no la semana entera; no puse la que en verdad gano porque es demasiado ¡¡¡¡C O R P O R A T I V A oooeiiiii!!!!

lunes, 14 de julio de 2008

¡¡¡¡No estamos solos!!!!

Me creía solo en el universo de oficina, pero esto del oficinista ya se le ocurrió a alguien antes.

El hilo negro no existe porque nadie lo ha descubierto.

jueves, 3 de julio de 2008

Sin embargo, una oficinista ha conservado

una situación más envidiable: la secretaria: cultivada, conoce el funcionamiento de la empresa, capaz de redactar una carta como de tomarla en esteno o de escribirla a máquina. Encargada de gestionar las citas del patrón o de servir el café, es una verdadera colaboradora del jefe de empresa.

¡No soy secretaria, de acuerdo! pero si tengo una.